La Rosa Mística de Osho

El grupo de la Rosa Mística es una manera  muy poderosa de descubrir y profundizar la meditación. Es un método científico de liberar muchos bloqueos psico-emocionales  que tenemos y que también se manifiestan en el cuerpo físico. Al liberar esos bloqueos, podemos salir de la mente y entrar al cuerpo y al corazón. En la inteligencia del cuerpo y el espacio del corazón, hay una liberación increíble – la meditación ya es más natural. Podemos ver con más claridad, salir de patrones que ya no nos benefician, trascender el dolor y vivir con mas receptividad, espontaneidad, alegría y conciencia.  

Una Terapia Meditativa de 3 semanas, 3 horas al día

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Primera Semana: Risa

Nos reímos las 3 horas completas; un total de 21 horas de risa.  La risa libera tensión emocional y tiene efectos sanadores muy eficaces en el sistema muscular, circulatorio, inmunológico, nervioso y hormonal.  Al reírnos 3 horas al día, salimos de un especie de caparazón el cual utilizamos para protegernos, pero que nos hace serios y olvidar nuestra alegría, espontaneidad, apertura a la vida e inocencia - en esta etapa vamos mas allá de la mente analítica e intelectual  y entramos en un estado natural de pura presencia.

Segunda Semana: Lagrimas

Las lágrimas llegan todavía mas profundas que la risa. En la primera semana ya nos quitamos un poco el caparazón que teníamos y estamos mas libres – es casi como magia cómo las lágrimas están justo debajo de la risa – listas para soltar en cuanto lo permitamos. Y no es muy seguido que nos permitimos llorar e inclusive lo alentamos. Hay muchos acondicionamientos para ambos hombres y mujeres en contra de llorar -  durante estas 3 horas diarias toda una semana permitimos todas las lagrimas que hemos reprimido – lagrimas de dolor, tristeza, ansiedad y hasta de plenitud. Tal vez llevamos vidas reprimiendo estas lágrimas – es una oportunidad para abrir el corazón profundamente.

Tercera Semana: El Observador

La tercera semana dejamos que todo se asiente en silencio y espacio. Solo observamos. Un silencio muy profundo nos abraza; es un silencio interior y un espacio que tal vez nunca hemos experimentado antes.  Dentro de las 3 horas de sentarnos en silencio hay periodos de movimiento gentil para el cuerpo.  El rol del facilitador es guiar y cuidar el espacio para que todxs se sientan con el permiso y la confianza de hacer el proceso en su totalidad para ellxs mismos.